sábado, 16 de febrero de 2013

Acercamiento al Síndrome de Asperger

Guía práctica para padres


Cómo actuar

 


Mi hija tiene seis años y es un trasto. No consigo dominarla y ya no sé qué castigo usar con ella, porque parece que ninguno hace efecto. Le he quitado lo que más le gusta, he utilizado “la silla de pensar”, le regañó y nada… ¡urgente! ¿Qué hago?
Este es un caso bastante representativo de lo que muchos padres y madres comentan y se lamentan.
 Esperamos que estas orientaciones puedan ayudar a padres que se encuentren en una situación similar.

CAMBIO DE ESTRATEGIA
La primera recomendación es cambiar la estrategia. En lugar de centrarse en castigar las conductas inadecuadas, lo mejor, aunque no se lo crean, es reforzar el comportamiento que queremos que la niña muestre, reforzar las conductas adecuadas.

Delimitar las conductas
Esa estrategia obliga a tener claro cómo queremos que se comporte, tratando de definir las conductas que queremos que muestre. Después centrarse en esas conductas mejor que en los comportamientos negativos.

¿CÓMO REFORZAR?
Hemos quedado que la estrategia consiste en reforzar aquellas conductas que consideramos adecuadas. Sin embargo, muchos padres identifican refuerzo con premio, y administrar premios lo identifican con algo material.
Técnicamente el refuerzo no es un premio y mucho menos tiene que ser algo material. Algunas formas de reforzar que resultan muy efectivas son:
  • Prestar más atención a las conductas positivas.
  • Elogiar y aprobar esas mismas conductas.
  • Conceder algunos pequeños privilegios cuando estos comportamientos adecuados aparecen.
Si reforzamos las conductas adecuadas lo que ocurrirá será que aumentará la probabilidad de que estas vuelvan a aparecer.

Evitar incoherencia en la aplicación de castigos
Los castigos que la madre de nuestro caso utiliza, a veces se emplean de forma incoherente: unas veces sí, y otras veces, no se aplican, aunque las circunstancias sean similares.
Otras veces  se llevan a cabo dependiendo del ánimo con el que se encuentre. Además en muchos casos los castigos son más bien fruto de la ira y no una medida educativa.

SI EL MAL COMPORTAMIENTO CONTINÚA
Cuando a pesar de reforzar  el mal comportamiento continúa, entonces se pueden utilizar de forma progresiva algunas de las siguientes medidas:

Ignorar y desaprobar
Ignorar esas conductas, es decir, no prestarles atención. Esto es efectivo siempre que sea posible de llevar a cabo.
Desaprobar el comportamiento, es decir llamar la atención o utilizar la reprimenda ante esos comportamientos negativos.

Retirar privilegios
Otra estrategia consiste en retirar algunos privilegios, esas cosas que sabemos que le gustan: dibujos, videojuegos, teléfono…
Parece resultar más efectivo cuando previamente el niño sabe que se le va a retirar por determinadas conductas. También es más eficaz cuando se retiran por un tiempo limitado. Por ejemplo, retirar un videojuego durante una tarde es igual de efectivo que hacerlo durante toda una semana, y además más fácil de llevar a cabo.